en colaboración con
Alexandra Murcier
(Nutricionista-dietista independiente)
En las redes sociales, no se habla de otra cosa: la moda del «coffee diet». Este concepto se basa en la idea de ingerir café justo después de sentir un pequeño hambre. ¿Es realmente efectivo? Aquí está la opinión de Alexandra Murcier, nutricionista-dietista.
El coffee diet: una dieta para perder peso a base de café
Si bien muchos disfrutamos de un café negro después de las comidas, esta tendencia va mucho más allá, sugiriendo que se debe beber café tan pronto como se siente una «sensación de hambre«. Se recomienda tomar la taza de café exactamente 7 segundos después de experimentar hambre (el famoso «agujero de 7 segundos») para maximizar su efecto saciante.
Sin embargo, este «café para bajar de peso» no se consume solo. Para favorecer la pérdida de peso, los usuarios de internet suelen agregar a su bebida distintos superalimentos: especias (como el cúrcuma, la canela y el jengibre) y hierbas diversas (por ejemplo, el té verde).
¿Cuál es la razón detrás de estas adiciones? Potenciar el efecto quemador de grasa que proporciona el café. Muchos influencers parecen estar bastante convencidos de esta práctica.
«Llevo 5 semanas siguiendo esta tendencia«, comenta una internauta. «Agrego todas estas especias a mi batido cada mañana. No solo es una bebida que quema grasa, también ayuda a combatir la inflamación«, añade otra.
Coffee diet: una moda cuestionada por expertos en salud
Aunque se sabe que el café, más específicamente la cafeína, tiene un ligero efecto de quema de grasa, los profesionales de la salud desaconsejan este régimen potencialmente dañino basado en café.
«La sensación de hambre indica que necesitamos comer o que nuestros niveles de glucosa están bajos, y un café no soluciona ese problema«, afirma Alexandra Murcier.
En términos de pérdida de peso, la experta advierte que consumir café a lo largo del día para adelgazar no es recomendable.
«No hay una solución mágica para perder peso, excepto la combinación de actividad física y una alimentación saludable. El café puede aumentar ligeramente el metabolismo (así como el chile), pero no lo suficiente como para causar una pérdida de peso significativa«, advierte. «Sin embargo, tomar una taza de café o té puede ser útil para quienes tienen antojos cuando están aburridos o necesitan un descanso en el trabajo y acostumbran a comer. En este escenario, el café y el té pueden sustituir fácilmente ese hábito«.
Entonces, ¿cuál es la postura correcta? Se recomienda el consumo moderado de café (máximo 3 tazas al día, es decir, 400 mg de cafeína, según la Agencia Europea de Seguridad Alimentaria – EFSA). No obstante, este no debe sustituir un refrigerio saludable ante sensación real de hambre (como una manzana, un plátano, un bol de yogur con avena, pan integral y un trozo de queso, entre otros).
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