El óxido en tus discos de pesas no solo resulta poco atractivo, sino que su uso puede ser peligroso. El óxido puede dañar tu piel y las partes rugosas pueden cortarte mientras los transportas. Lamentablemente, la acumulación de óxido es común en discos de pesas metálicos, especialmente aquellos de hierro o acero. Una de las ventajas de contar con un recubrimiento protector es que ayuda a prevenir daños tanto en los discos como en el suelo. Los discos de pesas de CORTEX están fabricados con hierro fundido de alta resistencia, diseñados para ser resistentes al óxido y a las astillas. A pesar de este recubrimiento, hay varias recomendaciones para evitar que tus discos se oxiden.
Mantén tus Discos Libres de Óxido
Un primer consejo esencial es retirar siempre los discos de pesas de las barras después de tu entrenamiento. Dejar los discos en la barra puede desgastar el recubrimiento, dejándolos expuestos al óxido. Es conveniente tener un sistema de almacenamiento adecuado para mantener tus discos seguros y protegidos. Además, evitar dejar caer los discos con frecuencia es crucial, ya que esto también puede deteriorar el recubrimiento. Si utilizas tiza para mejorar tu agarre, ten en cuenta que puede atraer humedad hacia la barra, favoreciendo la aparición de óxido. Siempre limpia la tiza después de usarlos y seca el sudor para prevenir la corrosión.
Restaurando Discos Oxidados
Todos estos cuidados prolongarán la vida de tus discos de pesas, pero si ya están oxidados, no te desesperes. Es posible restaurar discos viejos y devolverles su esplendor. Primero, utiliza un cepillo adecuado para eliminar la mayor cantidad de óxido posible. Aunque algunos sugieren usar cepillos de acero, esto puede dañar el equipo, por lo que un cepillo de latón o de nylon es más recomendable. Si los discos están pintados, también deberás eliminar la pintura para acceder al óxido.
Tratamientos Efectivos para el Óxido
Luego de cepillar los discos, puedes sumergirlos en una solución de 50% de agua y 50% de vinagre durante un periodo de hasta tres días, dependiendo de la cantidad de óxido acumulado. Otra opción son los productos conocidos como convertidores de óxido, que transforman el óxido en un compuesto que se puede limpiar fácilmente. Después del tratamiento, seca bien los discos con un paño para asegurarte de que no quede humedad, ya que esto puede causar un nuevo brote de óxido.
Proteger y Pintar tus Discos
Si deseas mantener tus discos en óptimas condiciones, considera aplicar un sellador protector. Esto ayudará a prevenir la formación de óxido en el futuro. Productos como RustSeal o Rust-Oleum están diseñados para proteger superficies metálicas. También es posible que quieras agregar una capa de pintura para un acabado más atractivo, utilizando pinturas adecuadas para metal. Al finalizar todo este proceso, tus discos de pesas estarán listos para usarse y lucirán como nuevos.
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