En términos generales, la actividad física hace referencia a todas aquellas acciones que logran poner en movimiento el cuerpo. Además de una actividad deportiva, esto también incluye cualquier práctica que requiera un gasto de energía.
Para los adultos mayores, a pesar de la edad, es crucial realizar actividades físicas diarias para mantener la salud. Cuando se practican en las mejores condiciones, estas actividades prometen efectos beneficiosos bien documentados.
Prevención del estado de fragilidad
La fragilidad es una condición que afecta las tareas cotidianas y puede llevar a la dependencia. Generalmente, una persona frágil puede ser vulnerable y tener dificultades para realizar las tareas diarias. Esta fragilidad incluye la movilidad, la deficiencia física, los problemas cognitivos y los trastornos sensoriales. En este caso, es importante practicar una actividad física para evitar la pérdida de capacidades físicas y los riesgos de dependencia. Esto permite desarrollar la función muscular, el equilibrio y las capacidades cardiorrespiratorias. También ayuda a mantener una mejor motricidad. Para lograrlo, se recomienda hacer un poco de jogging por la mañana o, alternativamente, hacer las compras diarias a pie. No obstante, es importante no empezar de forma demasiado intensa. Establece un límite para no causar más problemas de salud.
Beneficios para el corazón
Al igual que otros músculos, el corazón necesita entrenamiento. Manteniéndose activo a diario, se reduce la frecuencia cardíaca, la presión arterial y los niveles de colesterol malo. Practicar actividad física en personas mayores es una de las mejores terapias para cuidar el corazón. Desde un punto de vista científico, los músculos necesitan más oxígeno para trabajar durante la actividad física. Para satisfacer esta necesidad, el corazón trabaja más. El hecho de que trabaje es un buen indicador para mantenerlo en buen estado y mejorar el consumo de oxígeno. Practicando deportes u otras acciones que fomenten la actividad, los adultos mayores pueden preservar la capacidad de relajación de su corazón, reduciendo así el riesgo de hipertensión, enfermedades cardiovasculares y problemas relacionados con el colesterol y la glucosa.
Mantenimiento de la masa muscular
La masa muscular disminuye naturalmente con la edad. No se nota mucho al principio, pero una gran parte del músculo a menudo es reemplazada gradualmente por grasa que mantiene el volumen muscular. Esto se conoce como sarcopenia. A pesar de esto, la función de los músculos se debilita con el tiempo, lo que tiene consecuencias negativas en la salud, como la inestabilidad de la glucosa, la debilidad del sistema inmunológico y una mala circulación sanguínea. Según estudios, es posible perder más de 150 g de músculo por año después de los 50 años. No obstante, se puede contrarrestar este fenómeno. Investigaciones han demostrado que practicar actividades físicas previene la pérdida de masa muscular. Para lograrlo, se recomienda alternar ejercicios de alta intensidad con ejercicios de resistencia. Sin embargo, es importante seguir buenas prácticas, como hacer esfuerzos progresivos, realizar buenos movimientos y usar el equipo adecuado.
Ventajas psíquicas y sociales
La actividad física desempeña un papel crucial no solo en la salud física, sino también en los componentes psicológicos, emocionales y sociales. Practicar deporte desencadena la secreción de hormonas como la endorfina, lo que genera una sensación real de placer. Esto aporta dinamismo y bienestar mental. Con deportes de resistencia como el aeróbic, por ejemplo, la actividad cerebral se optimiza, especialmente debido a la buena circulación del oxígeno en el organismo. Además, gracias a las endorfinas producidas durante el ejercicio, se reduce el estrés. Esto genera tranquilidad mental, ayudando a olvidar y liberar las tensiones diarias. Al unirse a un grupo o club deportivo, una persona mayor puede evitar el aislamiento social. Además, esto permite crear vínculos sociales que favorecen el bienestar emocional y una buena calidad de vida, alejando los riesgos de depresión.
Actividades físicas recomendadas
Aunque existen muchas actividades deportivas, algunas son más adecuadas para los adultos mayores. La caminata, por ejemplo, es una de las actividades físicas ideales para ellos, y de 15 a 30 minutos diarios son suficientes para mantener su salud. No es necesario dedicar tiempo exclusivamente a caminar; se puede realizar al hacer las compras o al pasear al perro.
Para mejorar el equilibrio, bastan ejercicios simples como subir y bajar escaleras lentamente o pararse en un pie. Otras disciplinas que pueden practicar los adultos mayores incluyen la gimnasia, el yoga, el ciclismo y la natación. Sin embargo, para practicarlas mejor, se recomienda unirse a un club para conocer los movimientos adecuados para los mayores.
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