¿Cómo Mantener la Motivación Durante una Dieta?

La mujer es la más preocupada por su peso. Esto es porque presta atención a su apariencia.

Puede llegar un momento en el que decida hacer un esfuerzo para afinar un poco su figura. Es en ese punto donde entra en juego la etapa del «régimen». Lejos de ser un pequeño placer, es un viaje que requiere armarse de valor. Entonces, para mantener la motivación desde el principio, aquí van algunos consejos.

Crear un entorno favorable al régimen

Esta es una condición muy importante para la efectividad del régimen. En este caso, la mejor solución es informar a quienes te rodean sobre el régimen que estás siguiendo. Esto para que no te pongan en situaciones de tentación extrema. Así tendrán una atención más motivadora y no lo contrario. Al poner a tu familia y amigos al tanto de tu situación, ellos incluso encontrarán ideas para motivarte y animarte a continuar. Por ejemplo, podrían ofrecerte un paquete de productos saludables con un código promocional de alimentos.

Establecer un objetivo razonable puede ayudar a mantener la motivación

Cuando se habla de un régimen, lo primero que viene a la mente es perder kilos en un tiempo récord. Esto es posible, pero no es la mejor estrategia. Para mantener el dinamismo al comienzo de un régimen, debes elegir un objetivo razonable. Es decir, no debes fijarte una meta extrema en un tiempo mínimo. Es mejor hacerlo paso a paso y continuar con otro objetivo, y así sucesivamente. Un comportamiento así te motivará a seguir el régimen hasta el final.

No obsesionarse demasiado con el peso

Seguir un régimen no se basa exclusivamente en el peso. De hecho, puede pasar que el cuerpo se afine sin que el peso disminuya considerablemente. Esto se debe a que los músculos reemplazan a las malas grasas después de eliminarlas. En cuanto a pesarte, deberías programarlo una vez al día para no caer en la obsesión. Generalmente, se realiza desnuda, en ayunas, cada mañana.

Registrar tus hábitos alimentarios

Con un pequeño cuaderno, debes acostumbrarte a anotar todos los alimentos del día para medir tu progreso. Asegúrate de anotar también cómo te sientes en relación con el hambre y tu estado de ánimo. Este registro escrito te ayudará a encontrar la mejor combinación de comidas. Este pequeño cuaderno también te servirá de motivación los días en los que te sientas al borde del agotamiento o empieces a perder la confianza para seguir tu régimen.

Perder peso para ti y no para los «demás»

En cuanto a la motivación, perder peso no puede ser una decisión impulsiva. En ningún caso debes hacerlo si la decisión no proviene de ti. Una vez que te hayas convencido de hacerlo, el resto seguirá. El entusiasmo no será el mismo si haces un régimen porque tu esposo o tu entorno te critican por tener sobrepeso. Al principio, te basarás en tu propio sentimiento para comenzar el régimen, pero con el tiempo esa euforia desaparecerá y el régimen también.