en colaboración con
Alexandra Murcier
(Nutricionista dietista independiente)
Refuerzar el sistema inmunológico es crucial durante el otoño, cuando los virus parecen proliferar a nuestro alrededor. Un mineral en particular puede ser muy útil para mantenernos en pie. Y se encuentra, por ejemplo… ¡en las ostras!
El zinc: un mineral fundamental para nuestras defensas
Este mineral tan importante es el zinc. «El zinc es vital para el correcto funcionamiento de nuestro sistema inmunológico, ya que participa en diversas funciones corporales, como la respuesta inmune y la cicatrización de heridas», asegura Alexandra Murcier, nutricionista dietista. En términos prácticos, el zinc activa los linfocitos T, conocidos como células T, que son cruciales para proteger al organismo de patógenos. Por esta razón, es altamente recomendable aumentar su ingesta en otoño, «la época en la que las temperaturas descienden y las infecciones se vuelven más comunes.«
Incluso si llegas a enfermar, el zinc sigue siendo relevante. Investigaciones indican que este mineral puede interferir en el proceso que permite que el moco, las bacterias y los virus se acumulen en las vías respiratorias superiores, lo que significa que puede acortar significativamente la duración de una infección.
¿Dónde podemos encontrar zinc?
La ingesta diaria recomendada de zinc es de aproximadamente 8 miligramos para mujeres y 11 miligramos para hombres. Las mujeres embarazadas requieren un poco más (11 miligramos diarios) y las lactantes, aún más, alcanzando los 12 miligramos.
Para asegurar un adecuado aporte de zinc, nuestra experta aconseja prestar atención a nuestra alimentación, priorizando aquellos alimentos ricos en este mineral. «Los mariscos, especialmente las ostras, así como la carne roja, los granos integrales y las legumbres son excelentes fuentes de zinc.«
Con una dieta equilibrada y variada, generalmente se satisfacen las necesidades de zinc. «No obstante, también se pueden considerar suplementos si la dieta no es suficiente», añade nuestra especialista.
¡NO a las dietas restrictivas, SÍ a WW!
Precauciones al usar suplementos de zinc
Si decides optar por la suplementación con zinc, los expertos sugieren tener cuidado con la forma del suplemento. Por ejemplo, el picolinato de zinc, el citrato de zinc y el acetato de zinc son los más fácilmente absorbidos, mientras que el sulfato de zinc es el menos absorbido, aunque suele ser el más económico.
En un artículo del HuffPost sobre el zinc, la Dra. Rebecca Russell enfatiza la importancia de tomar suplementos de zinc junto con alimentos, ya que pueden causar náuseas. Se debe evitar superar los 40 miligramos diarios de zinc en adultos (incluso si hay preocupación por virus), ya que esto puede ocasionar síntomas adversos como náuseas, vómitos y pérdida de apetito. «El consumo crónico elevado de zinc también puede causar deficiencia de cobre, debilitamiento del sistema inmunológico y problemas en la absorción de hierro», agrega.
Si obtienes suficiente zinc a través de tu alimentación y no de suplementos, todo debería estar en orden, a menos que consuma varias docenas de ostras diariamente, lo cual sería bastante inusual.
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