Disfrutar de la cocina italiana suele ser sinónimo de deleitarse con platos sabrosos y reconfortantes. Sin embargo, dentro de la amplia y tentadora oferta gastronómica, hay ciertas opciones que resultan demasiado ricas o grasosas para consumir de manera habitual. De acuerdo con la revista WebMD, existen 7 platos que se deben evitar por su impacto negativo en la salud, acompañados de alternativas más equilibradas.
La pizza con base gruesa (sobre todo si lleva carne)
Este tipo de pizza es la que se debe evitar si quieres cuidar tu figura. Su corteza gruesa aporta una mayor cantidad de carbohidratos. Según el medio, «Estos carbohidratos son el tipo de calorías que se absorben más rápido en el torrente sanguíneo en comparación con otras fuentes de energía, como las proteínas o las grasas.» Si a esto le sumas embutidos, carne y queso, tienes una bomba calórica que contribuye a la obstrucción de las arterias y provoca picos de azúcar.
Los conchiglies rellenos
Estas enormes pastas en forma de concha suelen contener múltiples tipos de quesos grasos y una alta carga en carbohidratos. Aunque el tamaño de la porción y los ingredientes son clave, optar por ricotta y acompañar con una buena dosis de ensalada puede ser una opción más ligera.
Los espaguetis a la carbonara
Este plato, muy popular entre los franceses, es igualmente rico en carbohidratos y además incluye yemas de huevo, queso y tocino, lo que lo convierte en una opción muy calórica. Disfrutarlo es un placer, pero debe hacerse con moderación.
Alternativas más saludables
Si anhelas comer pasta, una buena opción son los espaguetis integrales con un toque de aceite de oliva y salsa marinara, controlando la cantidad de grasas y azúcares. Por otro lado, si te apetece un plato de arroz, el minestrone es una excelente alternativa. Esta sopa de verduras y legumbres te permite disfrutar de un plato delicioso y lleno de nutrientes.
Dulces italianos a evitar
Los cannoli son un claro ejemplo de dulces que, aunque son una delicia, son extremadamente altos en azúcares y grasas. En su lugar, puedes optar por un refrescante granizado de limón que combina agua, azúcar y limón, ofreciendo un sabor delicioso sin tantas calorías.
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