Es probable que hayas escuchado la palabra de moda ‘entrenamiento funcional’ surgiendo en el gimnasio o en las redes sociales. Los ejercicios funcionales se integran en gran medida en las clases de entrenamiento, siendo más comunes en sesiones de HIIT y pump. Algunos de tus ejercicios favoritos pueden ser considerados funcionales. El entrenamiento funcional se centra en movimientos que buscan mejorar tus niveles generales de condición física, composición corporal y la capacidad para realizar actividades diarias. Lo mejor de todo es que incluye una variedad de ejercicios que varían en intensidad. Los principiantes pueden optar por rutas de bajo impacto, mientras que los fanáticos del fitness pueden desafiarse con entrenamientos de ritmo rápido y alto impacto.
¿Qué es el Entrenamiento Funcional?
El entrenamiento funcional se refiere a movimientos que imitan actividades reales de la vida diaria, como agacharse, girar, levantar, empujar y tirar. Un entrenamiento funcional típicamente utiliza movimientos de múltiples articulaciones para realizar sentadillas, zancadas y otros ejercicios compuestos. Este tipo de ejercicio ofrece numerosos beneficios físicos que facilitan las actividades cotidianas y las hacen más cómodas. Puede ser algo tan simple como llevar la compra, agacharte para recoger algo del suelo o incluso levantarte de tu asiento.
Beneficios del Entrenamiento Funcional
El entrenamiento funcional no requiere máquinas, utilizando en su lugar pesas libres o incluso el propio peso del cuerpo para completar ejercicios compuestos. Las máquinas te obligan a moverte de una manera específica que no refleja los movimientos naturales del cuerpo. Por el contrario, los ejercicios funcionales emplean todo tu cuerpo para moverse hacia adelante y hacia atrás, de lado a lado y en rotación. Trabajar múltiples grupos musculares requiere coordinación, enfoque y fuerza en el core. Enfocarse en movimientos de múltiples articulaciones proporcionará beneficios que se reflejarán en tu vida cotidiana.
Mejora en el Equilibrio y la Estabilidad
Dado que el fitness funcional requiere que los músculos trabajen en conjunto, notarás mejoras en tu equilibrio y estabilidad. La amplitud de movimiento de los ejercicios funcionales es mayor, lo que te lleva a empezar y terminar en posiciones más estiradas que desafían tu equilibrio. Estos movimientos incrementan la resistencia y potencian la fuerza funcional de tu cuerpo, mejorando tu movilidad y coordinación general. A medida que tu rango de movimiento mejora, las actividades diarias se hacen más sencillas, reduciendo el esfuerzo que siente tu cuerpo.
Ejercicios Funcionales Sencillos
Ejercicios como sentadillas, zancadas y flexiones son movimientos sencillos que la mayoría de las personas ya reconoce como funcionales. Sin embargo, si buscas alternativas que quizás no hayas probado antes, explora nuestras sugerencias de ejercicios funcionales divertidos y efectivos. A continuación, te ofrecemos algunos ejemplos para incorporar en tu rutina diaria.
- Subida a Press de Hombros: Necesitarás un banco o una superficie elevada y un par de mancuernas.
- Corte de Madera: Utiliza un par de mancuernas para realizar este ejercicio que trabaja el torso y los brazos.
- Puente Supino con Extensión de Brazo: Ideal para fortalecer la parte inferior y superior del cuerpo simultáneamente.
En resumen, los ejercicios funcionales son accesibles para todos y facilitan las actividades diarias, haciendo que sea esencial incluir el entrenamiento funcional en tu rutina regular. Este tipo de ejercicio promueve un funcionamiento eficiente de tu cuerpo, mejorando tu composición corporal, flexibilidad y fuerza, lo que resulta en una vida más activa y saludable sin importar tu edad o nivel de condición física.
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