en colaboración con
Alexandra Murcier
(Nutricionista y dietista autorizada)
Es común que muchas personas, al llegar el viernes por la noche, se encuentren con la nevera casi vacía. Sin embargo, la falta de ingredientes frescos no significa que deban resignarse a pasar hambre. Existen numerosas recetas deliciosas que se pueden preparar utilizando solo lo que tenemos en la despensa, manteniendo una alimentación saludable y equilibrada.
El congelador, un aliado indispensable
¡Así es! Aunque algunos prefieran los productos frescos, el congelador se convierte en un gran aliado para cocinar sabrosos platillos.
«Un congelador bien abastecido puede proporcionar alimento para usted y su familia durante mucho tiempo«, señala TuftsNow, una publicación de la Universidad de Tufts (Boston, EE. UU.). «Las verduras y frutas congeladas son una opción excelente, ya que son tan nutritivas como las frescas, e incluso a veces más, además de ser prácticas y ahorrar tiempo, ya que vienen prelavadas y cortadas«, añade.
Los frutos congelados son ideales para preparar batidos, jugos y helados rápidos, solo hay que mezclar en una licuadora los ingredientes congelados directamente del congelador junto con yogur griego.
Una recomendación útil es mantener siempre a mano ajo, cebolla y hierbas congeladas para dar sabor a tus platillos. Además, los camarones y los cubos de carne o pollo son muy prácticos, ya que se descongelan rápidamente en el microondas o en agua caliente.
Consejo útil: cuanto más pequeñas sean las porciones, más fácil será descongelarlas.
Las latas, una solución práctica y deliciosa
A menudo subestimadas en la cocina, las latas ofrecen múltiples beneficios para la salud, como vitaminas, fibra y proteínas, además de ahorrar tiempo considerablemente.
Los frijoles, lentejas y garbanzos se pueden incorporar en diversas recetas (curry, guisos, falafel) y aportan numerosos beneficios. Los alimentos enlatados suelen ser más económicos que los frescos y permiten tener ingredientes saludables siempre a mano, listos para consumir o calentar en pocos minutos.
Su larga vida útil proporciona una flexibilidad valiosa, especialmente en caso de cenas de última hora.
«Solo hay que abrir la lata, enjuagar y mezclar con ensaladas, sopas y wraps«, revela TuftsNow. Otra opción es hacer puré las legumbres para preparar dips, como hummus.
Dile NO a las dietas, ¡SÍ a WW!
Recetas para un «frigorífico vacío» por nuestra experta en nutrición
Entonces, ¿qué preparar cuando el frigorífico está casi vacío? Alexandra Murcier, nutricionista, nos comparte algunas ideas de recetas:
- Pasta integral con espinacas congeladas;
- Curry de garbanzos (garbanzos, leche de coco y arroz integral);
- Sopa de verduras con lentejas rojas (revisando los aditivos y la sal);
- Salmón congelado y salteado de verduras de Picard (o una marca similar);
- Bacalao congelado y puré de verduras de Picard (o una marca similar);
- Pasta integral con salsa de tomate (asegurándose de que no contenga azúcares añadidos);
- Pasta integral con ratatouille congelada;
- Dhal de lentejas (lentejas, arroz, verduras congeladas y leche de coco);
- Puré de batata y pechuga de pavo congelada;
- Carpaccio de ternera congelado y judías verdes en conserva;
- Arroz cantonés: arroz integral, guisantes en conserva y panceta congelada.
«También se pueden guardar frutas en el congelador para emergencias o para disfrutar de tus frutas favoritas durante todo el año«, aconseja la experta en nutrición.
¡Ahora estás más que listo para enfrentar esos días de frigorífico vacío!
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