La mayoría de las personas, en algún momento de sus vidas, anhelan perder peso. Sin embargo, ¿cuál es la forma más efectiva de lograrlo? Investigadores de la Universidad de Bond, en Australia, llevaron a cabo una meta-análisis de 29 ensayos clínicos y han proporcionado tres recomendaciones simples y efectivas.
Estrategias para perder peso de forma eficaz
De las 29 investigaciones analizadas, se observó que 17 estudios se centraron en la alimentación restringida en el tiempo, mientras que ocho se ocuparon de la frecuencia de las comidas, y solo cuatro se basaron en el conteo de calorías. Tras el análisis, los científicos concluyeron que las tres recomendaciones más efectivas para bajar de peso son las siguientes:
Practicar el ayuno intermitente
Limitar la ingesta de alimentos implica acortar la ventana de tiempo en la que se come. Esto se traduce en la práctica del ayuno intermitente a lo largo del día. Un ejemplo podría ser una ventana de alimentación de 8 horas seguidas de 16 horas de ayuno.
Los expertos sugieren que esto le da un respiro al sistema digestivo, permitiendo que el cuerpo se enfoque en otras funciones vitales. Además, puede inducir un estado de cetosis, donde el hígado genera cetonas a partir de las grasas en lugar de depender de azúcares alimentarios como fuente de energía.
Disminuir la frecuencia de comidas diarias
Reducir la cantidad de comidas que se realizan al día o incluso saltarse algunas puede tener un efecto similar al de una alimentación restringida en el tiempo, ofreciendo así al cuerpo una ventana de ayuno más prolongada.
Consumir más calorías temprano en el día
La tercera opción consiste en consumir una mayor cantidad de calorías durante las primeras horas del día. Esto se debe a que el sistema digestivo es más eficiente en convertir los alimentos, especialmente los azúcares, en energía en ese período, evitando que se almacenen.
Necesidad de investigaciones adicionales
En conjunto, estas investigaciones abarcan datos de 2485 participantes. Sin embargo, los científicos expresan su preocupación por los resultados, señalando «grandes inquietudes» en 22 de los 29 estudios analizados. Además, han encontrado inconsistencias en la metodología de algunas investigaciones.
Por lo tanto, concluyen que se requieren estudios adicionales con grupos más grandes de voluntarios y durante periodos más extensos para evaluar mejor la efectividad real de estas estrategias.
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