en colaboración con
Dr. Gérald Kierzek
(Director médico de Infancia Deportiva)
Recientemente, un caso sospechoso de botulismo fue detectado durante el fin de semana del 1 de noviembre en Isère. La persona afectada, que recibió atención médica, había consumido un paté de cerdo elaborado en la granja Les Peupliers, situada cerca de Voiron.
Detección de toxina botulínica en el paté
Según la prefectura, el análisis realizado por el Instituto Pasteur sobre los restos del paté de cerdo en cuestión «confirmó la presencia de toxina botulínica y la bacteria responsable de su producción». Las autoridades decidieron así retirar y recuperar «decenas» de latas de este producto disponible en la granja Chez Barbier, en Mottier, ya que «las condiciones de producción no garantizaban la adecuada esterilización de los envases».
Las autoridades advierten a quienes puedan haber consumido este paté que deben estar en «máxima alerta» y consultar a un médico si presentan síntomas como «problemas de visión, dificultad para tragar, sequedad bucal y dificultades para hablar». También se les recomienda que no consuman ni abran los productos que puedan tener en casa, y que los desechen.
¿Qué es el botulismo?
Esta nueva alerta llega poco tiempo después de que se retiraran conservas de pesto en Tours por razones similares, subrayando que el botulismo sigue siendo un problema de salud pública. El Dr. Kierzek explica que «el botulismo resulta de una infección por la bacteria Clostridium botulinum, que, aunque es poco común hoy en día, puede ser grave. Se trata de una neurotoxina que, si no se trata, puede provocar parálisis muscular y, en última instancia, la muerte». Es importante resaltar que el botulismo tiene una tasa de mortalidad entre el 5% y el 10% de los casos.
Tipos de botulismo
Existen tres tipos principales de botulismo:
- Botulismo alimentario: causado por la ingesta de alimentos en mal estado, como latas abombadas o productos mal conservados.
- Botulismo infantil: ocurre cuando C. botulinum coloniza el intestino de un bebé, a menudo tras consumir miel o polvo que contenga esporas. Esta forma puede provocar anorexia, cambios en el llanto y parálisis.
- Botulismo por heridas: se presenta cuando C. botulinum contamina una herida, siendo más frecuente en personas que se inyectan drogas.
Como conclusión, la prevención es fundamental. Es esencial no consumir productos en mal estado y seguir las recomendaciones de seguridad alimentaria. El Dr. Kierzek destaca que «la clave está en la prevención«. Mantener la higiene en la cocina y evitar dar miel a los menores de un año son pasos cruciales para evitar este grave riesgo.
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